viernes, 6 de noviembre de 2009

Con un bisturí

Con un bisturí, aún no inventado
abriré nuevos cauces a mis venas.
Empaparé los algodones del alma,
que rabiando suben a mi cabeza.
Intentare cambiar mi cerebro
por uno que no piense,
que no recuerde los mejores
y felices momentos.
Un cerebro plano en el que no
hayan escondites, donde no puedan
guarecerse los recuerdos.
Donde cada sentimiento, desaparezca
como el fuego de una bengala
en chispas brillantes de luz intensa,
que apenas dura unos instantes.
Me cambiaré el corazón por uno
de metal, al que nada pueda hacerle mal,
siquiera la soledad,
De sentirme tan sola cuando no estás,
de sentir que muero cada vez que
te recuerdo.
Unos últimos latidos de hojalata,
ahora pondrán ritmo a las noches,
que despacio, nunca sabrán cantar
a solas, lo que antes fue un himno.
Con un bisturí aún no inventado,
volveré a cortarme las venas.
Para olvidar que aún te amo.


Luz María García Sánchez


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